martes, 17 de marzo de 2015

Adopta un podenco: Gida (Ciudad Real)

ACTUALIZACIÓN: Gida fue adoptada por una familia madrileña. Ahora tiene otro podenquito como compañero de juegos con el que se lleva genial. Podenca feliz.

Nadie sabe si fueron abandonadas de bebés, fruto de una camada indeseada, o se tratan del otro descarte de algún cazador sin escrúpulos, pero dos podenquitas fueron encontradas en medio del campo. Según cuenta el guarda de la zona, lograron cobijarse entre los cimientos de una casa de campo en ruinas, pero cada día debían cruzar la carretera para beber agua. Y fue en esa carretera donde encontraron la mayor de sus desgracias: una de ellas fue atropellada, resultando gravemente herida.

Tampoco sabemos si murió en el acto o días después. Lo que sí tenemos claro es que no lo hizo sola: su hermana se quedó a su lado, velándola, día y noche (así se muestra en la imagen de la izquierda, tomada el primer día que fue vista), llevándole incluso el poco sustento que encontraba. Y así pasaron un largo periodo de tiempo que nadie puede concretar. Hasta que apreció un ángel llamado Inma.

Tras varios días intentado atraparla, pudo hacerse con ella. Además regaló algo que todo perro feliz debe tener: un nombre precioso. A partir de aquel día pasaría a llamarse Gida en honor a la diosa celta Brígida, guardiana y protectora a la que le atribuyen casos difíciles por su sabiduría y valentía. Y es que rescatar a esta princesa de la intemperie y soledad en que hallaba sumida fue toda una odisea.

Imágenes del día de su rescate.

Esta escena significaba que desde entonces habría un antes y un después: al fin podría descubrir el amor de una familia humana y el calor de un hogar de verdad. Por desgracia, no se trata de algo que pueda ser definitivo.

El veterinario de Gida estima que tiene alrededor de dos años, aunque su carácter alegre y jovial haría pensar que se trata de una auténtica cachorra. Y es que, a pesar de todo lo que ha pasado en su corta vida, no pierde las ganas de jugar.

Gida jugando con Quillo, el galgo de la familia.

Llegó a casa llena de parásitos internos, aunque en aparente buen estado de salud. Desgraciadamente la familia que la tiene en acogida no ha podido realizarle la analítica completa para diagnosticar cualquier enfermedad por falta de recursos económicos.

Ahora a la pequeña le queda mucho que aprender (como a hacer pis y caca fuera de casa), pero sólo necesita que alguien con tiempo y paciencia pueda enseñarle, además de ofrecerle todo el cariño del mundo, pues ya ha pasado demasiado tiempo sola, vagando a su suerte. Podemos asegurar que esta belleza tiene muy buen carácter y convive a la perfección tanto con otros perros como con gatos. Es toda una podenca de sofá.


Gida se encuentra en La solana, un pueblo de Ciudad Real. Se entregaría vacunada, chipada y con contrato de adopción que incluye compromiso de castración, puesto que su familia de acogida no puede hacerse cargo del gasto que supone la operación.

Si crees que puedes darle lo que necesita, sólo tienes que utilizar nuestro formulario de contacto o escribir un correo electrónico a yotbpodenco@gmail.com



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